Los agentes tratan de redoblar esfuerzos, pero se antoja del todo imposible que puedan estar en todas las carreteras a la vez, y a cualquier hora del día o de la noche.
De ahí que a pesar de todas las recomendaciones y prohibiciones, los visitantes –tanto si son conscientes de ello como si no– sigan contribuyendo a propagar el coronavirus.
Así se desprende de la llegada de visitantes a Galicia y, muy especialmente, a la comarca de O Salnés, donde la ría de Arousa ejerce como una especie de imán.
20
Sigue llegando gente que se salta a la torera los confinamientos de sus pueblos, ciudades o regiones.
Y tanto si es así como si no, los hay que se saltan el cierre perimetral de su destino, es decir, de Galicia y municipios como O Grove.
Ayer, sin ir más lejos, era evidente la nutrida presencia de turistas llegados de otras regiones españolas en la isla de A Toxa.
23
Como también en el casco urbano meco y en San Vicente do Mar. Y eso que la hostelería, uno de los principales reclamos, está cerrada.
“Mucha gente de fuera”
No lo está en otros ayuntamientos arousanos donde, como en el meco, se aprecia que “hay mucha gente de fuera”, explican los hosteleros que sí están operativos.
También los efectivos de policía y Guardia Civil consultados señalan que prácticamente a diario se encuentran en los controles ciudadanos llegados de fuera de Galicia que son obligados a volver sobre sus pasos.
Otra cosa es que vuelvan a intentarlo cuando los agentes ya no están.