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Según informa la Consejería de Sanidad, la gestante se disponía a acudir al hospital pero el estado en el que se encontraba hacía necesario solicitar ayuda.

En este sentido, el padre comenzó a explicar la situación de la gestante a la médico coordinadora del SUC, presente en la sala operativa del 1-1-2, pero los nervios le impedían continuar la conversación.

No obstante, agentes de la Policía Local que ya se encontraban en la zona tomaron el control de la situación y continuaron hablando con la médico, que les explicó cómo proceder en el parto hasta que finalizó el proceso de expulsión.

Así, la coordinadora sanitaria comprobó que la recién nacida había comenzado a llorar y les indicó que le dieran calor inmediatamente tapándola con una manta.

Acto seguido llegó un ambulancia de soporte vital avanzado y su personal valoró y asistió a la bebé y a su madre, constatando que ambas se encontraban en buen estado y llevando a cabo el traslado al Hospital.

Por su parte, la médico coordinadora destacó la total colaboración de los agentes a la hora de asistir a la gestante, siguiendo en todo momento las indicaciones facilitadas. “Se trata del primer parto que asisto por teléfono y ha sido una experiencia muy bonita. Una buena forma de finalizar un turno de noche”, comentó.



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