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La familia de un joven sevillano de 20 años ha difundido un vídeo grabado en la madrugada del pasado día 10 en el que se recoge el momento de la detención de este chico en el barrio de Los Remedios. Aseguran que los agentes accedieron sin autorización a una propiedad privada, se extralimitaron en sus funciones e «incurrieron en varios delitos, algunos de ellos muy graves» que van ser objeto de una querella que se va a presentar en los juzgados contra los funcionarios policiales.

Desde la Policía Nacional detallan a ABC que la actuación de los agentes se produjo después de los avisos que recibieron de varios vecinos sobre las cuatro de la madrugada alertando de que se estaba produciendo una fiesta en un piso de la avenida República Argentina y que algunos de los asistentes estaban lanzando huevos desde la azotea. Cuando llegaron al bloque, los agentes pidieron la identificación de varios de los jóvenes que allí había, pero uno de ellos se negó. Fue detenido, según las mismas fuentes oficiales, por desobediencia y resistencia. Tras pasar varias horas en el calabozo fue puesto a disposición judicial y quedó en libertad.

La versión que ofrece la familia del detenido es diametralmente opuesta y esgrimen las imágenes del vídeo como prueba. El letrado del chico que además es su padre, es Emilio Moeckel. Según explica a este periódico, su hijo y otros dos amigos más se encontraban en la zona de aparcamiento del inmueble cuando llegó la Policía. «Ellos ya se estaban yendo. Los agentes irrumpieron allí y empezaron a gritar que se pusieran contra la pared. Les pidieron la documentación y mi hijo les comentó que tenía el carné en la moto y que iba a por él. Sin mediar palabra lo lanzaron contra la pared». Moeckel asegura que su hijo le pidió explicaciones por ese comportamiento y que fue agredido por ello. Uno de los amigos sacó el móvil y empezó a grabar mientras se dirigía a los policías cuestionando su actuación. Moeckel dice que el joven está estudiando el último curso de Derecho, «conoce la ley y sabe que estaban cometiendo un abuso, por eso no se quedó callado».

Desde la familia del detenido defienden que «la difusión del vídeo persigue evitar el corporativismo policial que pudiera justificar esta actuación». Y señalan que hay dos elementos que sustentan su versión: «Los intentos reiterados para que no se grabara el vídeo. Si no se está haciendo nada mal, no se teme a ninguna grabación. Y por otro lado, que en ningún momento se le lee los derechos a mi hijo, ni se le informa de los motivos de la detención». Igualmente señala que los agentes trataron de borrar el vídeo, pero que el joven que lo grabó pudo recuperarlo.

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